Cada 17 de mayo recordamos el fin de la falacia científica que convertía a las personas homosexuales en enfermos mentales; desde aquel día de 1990, la comunidad médica dio el paso –en el mundo del saber-, del oscurantismo supersticioso a la madurez humanista. Hoy la ciencia procura conocer más sobre el ser humano para incrementar su felicidad, sin calificar moralmente sus circunstancias personales, aunque aún hoy seamos testigos de teorías pseudo-científicas con las que la homofobia y la transfobia tratan de enmascararse. Aún hoy seguimos demandando la despatologización de la transexualidad, que algunos tratan de mantener.
Del mismo modo, en el mundo del derecho se ha pasado de la discriminación y la persecución legal generalizada (detenciones arbitrarias, hostigamiento, torturas, cárcel, desprotección frente a las agresiones de particulares y autoridades, aniquilamiento en campos de concentración y pena de muerte, situaciones que aún se dan en muchos países) a la neutralidad de la despenalización o al enfoque progresista y transformador de la realidad que la legislación sobre igualdad en el acceso al matrimonio o el derecho a la identidad de género ha procurado.
Queda aún pendiente en la mayoría de nuestras sociedades el gran salto adelante en la igualdad real, social e integral de las personas homosexuales, bisexuales y transexuales en todos los ámbitos: la educación, el mundo del trabajo, el acceso igualitario a los bienes y servicios, los medios de comunicación, la realidad rural, etc. Reivindicamos la iniciativa de nuestro Partido en este sentido con la Ley de Igualdad de Trato y contra la Discriminación que el Gobierno remitirá a las Cortes en los próximos meses, así como los Planes de Igualdad que implementen estas políticas en todos los ámbitos señalados. Es nuestro compromiso con la justicia y con la continuidad del proyecto de dignificación de nuestra sociedad llevado a cabo por el Gobierno y el Partido Socialista. Será también un homenaje a todas y todos los que nos precedieron en la lucha por la igualdad, y a todas y todos quienes, aún hoy, sufren violencia física o moral, miedo o limitación impuesta por sus opciones de vida por causa del odio ignorante de quienes persiguen al amor y la libertad.
Queremos especialmente denunciar el acoso homofóbico y transfóbico que se produce en la escuela, causa de uno de cada tres intentos de suicidio en jóvenes y adolescentes. Apostamos por una educación que promueva la diversidad sexual, y que impida la violencia y la discriminación hacia los jóvenes lgtb, y hacemos un llamamiento a todas las instituciones educativas a que impulsen con mayor ahínco las medidas necesarias para hacer de los centros educativos espacios seguros para la diversidad, así como el cese del boicot hacía los contenidos de educación para la ciudadanía y hacia la propia asignatura que vienen realizando, en este ámbito, los sectores conservadores.
Pero esta reclamación, tan próxima a los conceptos fundamentales de dignidad e igualdad esencial de todas las personas, no debe verse limitado por las fronteras. Debe ser universal y en nombre de toda la Humanidad, así lo creemos las mujeres y hombres socialistas. Queremos respeto y libertad para todas las personas homosexuales, bisexuales y transexuales en todo el mundo, para que se globalicen los derechos, la civilidad y el progreso, y no sólo los intereses privados o los riesgos globales. El papel de España en la comunidad internacional y su acción en cooperación son claves para ello. Por ello saludamos el inicio del proceso de reconocimiento público de este día mediante la aprobación por unanimidad del Congreso de los Diputados de la proposición no de ley socialista que insta al Gobierno a su proclamación oficial y a promover su celebración a nivel internacional, para concienciar a todos los pueblos y a sus gobiernos del peligro del odio a lo diferente, y del daño que se inflinge a un importante sector de sus poblaciones cuya felicidad, integridad y vida se ven amenazadas cotidianamente.
España, con la llegada del Gobierno socialista, lidera este proceso, ya que ha ganado un extendido prestigio internacional como ejemplo de la lucha contra la discriminación y por la igualdad, y sin duda contará para esta causa con el apoyo de otros gobiernos progresistas de Europa, y de instituciones europeas como la Agencia de Derechos Fundamentales, que en un reciente informe indicó a España como ejemplo en esta materia.
Este impulso europeo sólo será posible si la correlación de mayorías en el Parlamento Europeo se decanta hacia la izquierda y consigue contrarrestar las continuas resistencias, votos en contra, cuestionamientos y críticas públicas, contra las francas y abiertas campañas homofóbicas de la ultraderecha europea y de sus compañeros de viaje del Grupo del Partido Popular Europeo, dentro del cual algunos eurodiputados populares españoles se han significado tristemente como cabecillas de las tesis más duras, homófobas y contrarias a la igualdad. Un PP que a día de hoy todavía sigue manteniendo el recurso de inconstitucionalidad presentado a la Ley que reconoció la igualdad y dignidad de gays y lesbianas, un partido que se ha opuesto al reconocimiento del derecho a la identidad de género de las personas transexuales. Por eso, en este día, nuevamente pedimos al PP que retire el recurso de inconstitucionalidad contra la Ley que reconoce el derecho al matrimonio para toda la ciudadanía.
Caer en la trampa del discurso que desdeña las instituciones y la utilidad del voto, que desalienta la participación y siembra la apatía, es rendirse al cinismo de quienes buscan interesadamente el desentendimiento político de la ciudadanía. La respuesta cívica contundente está en el mismo acto que ha hecho posibles cosas inimaginables hasta hace muy poco; está en ejercer un derecho con la misma alegría con la que ejercemos otros que recientemente no podíamos disfrutar. La homofobia y la transfobia se combaten militantemente, democráticamente, con activismo y con votos. Llamamos a toda la ciudadanía y a los y las militantes socialistas a celebrar con orgullo y recuerdo este día contra la homofobia, y la transfobia y a erradicarlas actuando en consecuencia en cada ocasión, en cada momento, todos los días.
Del mismo modo, en el mundo del derecho se ha pasado de la discriminación y la persecución legal generalizada (detenciones arbitrarias, hostigamiento, torturas, cárcel, desprotección frente a las agresiones de particulares y autoridades, aniquilamiento en campos de concentración y pena de muerte, situaciones que aún se dan en muchos países) a la neutralidad de la despenalización o al enfoque progresista y transformador de la realidad que la legislación sobre igualdad en el acceso al matrimonio o el derecho a la identidad de género ha procurado.
Queda aún pendiente en la mayoría de nuestras sociedades el gran salto adelante en la igualdad real, social e integral de las personas homosexuales, bisexuales y transexuales en todos los ámbitos: la educación, el mundo del trabajo, el acceso igualitario a los bienes y servicios, los medios de comunicación, la realidad rural, etc. Reivindicamos la iniciativa de nuestro Partido en este sentido con la Ley de Igualdad de Trato y contra la Discriminación que el Gobierno remitirá a las Cortes en los próximos meses, así como los Planes de Igualdad que implementen estas políticas en todos los ámbitos señalados. Es nuestro compromiso con la justicia y con la continuidad del proyecto de dignificación de nuestra sociedad llevado a cabo por el Gobierno y el Partido Socialista. Será también un homenaje a todas y todos los que nos precedieron en la lucha por la igualdad, y a todas y todos quienes, aún hoy, sufren violencia física o moral, miedo o limitación impuesta por sus opciones de vida por causa del odio ignorante de quienes persiguen al amor y la libertad.
Queremos especialmente denunciar el acoso homofóbico y transfóbico que se produce en la escuela, causa de uno de cada tres intentos de suicidio en jóvenes y adolescentes. Apostamos por una educación que promueva la diversidad sexual, y que impida la violencia y la discriminación hacia los jóvenes lgtb, y hacemos un llamamiento a todas las instituciones educativas a que impulsen con mayor ahínco las medidas necesarias para hacer de los centros educativos espacios seguros para la diversidad, así como el cese del boicot hacía los contenidos de educación para la ciudadanía y hacia la propia asignatura que vienen realizando, en este ámbito, los sectores conservadores.
Pero esta reclamación, tan próxima a los conceptos fundamentales de dignidad e igualdad esencial de todas las personas, no debe verse limitado por las fronteras. Debe ser universal y en nombre de toda la Humanidad, así lo creemos las mujeres y hombres socialistas. Queremos respeto y libertad para todas las personas homosexuales, bisexuales y transexuales en todo el mundo, para que se globalicen los derechos, la civilidad y el progreso, y no sólo los intereses privados o los riesgos globales. El papel de España en la comunidad internacional y su acción en cooperación son claves para ello. Por ello saludamos el inicio del proceso de reconocimiento público de este día mediante la aprobación por unanimidad del Congreso de los Diputados de la proposición no de ley socialista que insta al Gobierno a su proclamación oficial y a promover su celebración a nivel internacional, para concienciar a todos los pueblos y a sus gobiernos del peligro del odio a lo diferente, y del daño que se inflinge a un importante sector de sus poblaciones cuya felicidad, integridad y vida se ven amenazadas cotidianamente.
España, con la llegada del Gobierno socialista, lidera este proceso, ya que ha ganado un extendido prestigio internacional como ejemplo de la lucha contra la discriminación y por la igualdad, y sin duda contará para esta causa con el apoyo de otros gobiernos progresistas de Europa, y de instituciones europeas como la Agencia de Derechos Fundamentales, que en un reciente informe indicó a España como ejemplo en esta materia.
Este impulso europeo sólo será posible si la correlación de mayorías en el Parlamento Europeo se decanta hacia la izquierda y consigue contrarrestar las continuas resistencias, votos en contra, cuestionamientos y críticas públicas, contra las francas y abiertas campañas homofóbicas de la ultraderecha europea y de sus compañeros de viaje del Grupo del Partido Popular Europeo, dentro del cual algunos eurodiputados populares españoles se han significado tristemente como cabecillas de las tesis más duras, homófobas y contrarias a la igualdad. Un PP que a día de hoy todavía sigue manteniendo el recurso de inconstitucionalidad presentado a la Ley que reconoció la igualdad y dignidad de gays y lesbianas, un partido que se ha opuesto al reconocimiento del derecho a la identidad de género de las personas transexuales. Por eso, en este día, nuevamente pedimos al PP que retire el recurso de inconstitucionalidad contra la Ley que reconoce el derecho al matrimonio para toda la ciudadanía.
Caer en la trampa del discurso que desdeña las instituciones y la utilidad del voto, que desalienta la participación y siembra la apatía, es rendirse al cinismo de quienes buscan interesadamente el desentendimiento político de la ciudadanía. La respuesta cívica contundente está en el mismo acto que ha hecho posibles cosas inimaginables hasta hace muy poco; está en ejercer un derecho con la misma alegría con la que ejercemos otros que recientemente no podíamos disfrutar. La homofobia y la transfobia se combaten militantemente, democráticamente, con activismo y con votos. Llamamos a toda la ciudadanía y a los y las militantes socialistas a celebrar con orgullo y recuerdo este día contra la homofobia, y la transfobia y a erradicarlas actuando en consecuencia en cada ocasión, en cada momento, todos los días.
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