Edito esta entrada a raíz de los comentarios malintencionados del actual Presidente del Partido Popular, Pedro Gordillo, por la sanción de la Junta Electoral de Zona al anterior Delegado del Gobierno en Ceuta, Genaro García Arreciado, con motivo de una nota de prensa enviada desde la Delegación durante la pasada campaña de las Elecciones Generales.
García Arreciado, sobre el que ya publiqué otra entrada para agradecerle el apoyo y confianza que siempre me dispensó, fue "culpable" de facilitar a los medios de comunicación la agenda completa y pormenorizada del Ministro de Sanidad, Bernat Soria, durante su visita a nuestra ciudad. Esta visita que tenía como eje principal poner en valor la inversión del Gobierno en Ceuta en materia sanitaria y visitar las obras de construcción del nuevo hospital, incluía además una rueda de prensa en la que detallar estos datos e inversiones junto al candidato socialista al Congreso de los Diputados, que en este caso era yo.
Bien, la J.E.Z. resolvió considerando esta nota como partidista e impuso una sanción simbólica, tras lo cual Gordillo habló de "demostración del abuso de autoridad" y de que se había hecho un "bien a la democracia", dos conceptos que dichos por boca de este señor suenan groseros y desvirtuados.
Que Gordillo, personaje conocido por toda la ciudadanía ceutí como el máximo exponente del partidismo, el enchufismo, los abusos de poder y las coacciones, se atreva a hablar tan a la ligera y calificar tan duramente al que representara escrupulosamente al Gobierno de la Nación en nuestra ciudad, no deja de ser un acto de cinismo de tal magnitud que uno no puede sino dejar constancia de su repulsa con estas líneas.
Gordillo, y el PP de Ceuta por extensión, se identifican por la concepción más arcaica de la política y de los políticos, aquella que se plantea desde un "concepto feudal" en la que un señor omnipresente y omnipotente dirime los designios de sus súbditos con mano de hierro enarbolando la bandera de "o conmigo o contra mí". Por eso llama tan poderosamente la atención que un señor de esta talla política trate de dar lecciones de democracia a quienes la practican desde mucho antes de que él conociese el significado de esa palabra.
El señor Gordillo cree estar bien asentado en su posición "de amo del calabozo" constituyendo el tándem de "poli malo y poli bueno" con Vivas, pero llegará el momento en el que los ciudadanos y ciudadanas de esta ciudad se revelen ante su forma de entender el poder y su forma de gestionarlo.
Acatación de las resoluciones judiciales, siempre, permisividad ante lecciones de moral y democracia de Gordillo, nunca.
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