Anoche estuve hablando por teléfono con mi amigo José María, al igual que otros muchos jóvenes y ciudadanos, estaba escandalizado e indignado por la actitud de los obispos, hablamos unos minutos y de aquella conversación salió el compromiso de editar esta entrada sobre el tema.
Ante el pronunciamiento de los obispos, lo primero que debemos decir es que cualquier organización tiene derecho a expresar sus preferencias políticas, por lo que si los obispos quieren apoyar al PP, están en su derecho de hacerlo. Al fin y al cabo, los obispos y los dirigentes del PP se han pasado toda la Legislatura manifestándose juntos en contra de todas y cada una de las leyes que hemos aprobado en el Parlamento y que han contribuido a la modernización del país trayendo mayores derechos civiles.
A estas alturas no nos es extraño ese tándem que han constituido para defender sus propios intereses, el PP secunda las posiciones del sector más duro de los obispos y el sector más duro de los obispos apoya al PP. Luego ya verán como se reparten el poder. Respecto a esto, es curioso oir decir a Rajoy -recientemente en un mitin en Jaén- que quiere hablar de precios, supongo que se referiría al que deberán pagar por los servicios prestados.
Pero lo que es verdaderamente inmoral, es que tanto los obispos, como el PP, utilicen el tema del terrorismo para hacer campaña electoral.
Atacar el diálogo con la banda terrorista, es atacar a todos los gobiernos. Si seguimos la premisa de no votar a los partidos que han dialogado con ETA, no podremos votar a nadie. Todos dialogaron, Adolfo Suárez, Felipe González, José María Aznar y el propio Rajoy, vicepresidente primero del último gobierno del PP. Todos ellos dialogaron con ETA e incluso alguno de ellos, como Aznar, con un obispo como intermediario. Es, por tanto, un argumento hipócrita y malintencionado.
La inmensa mayoría de los españoles, católicos y no católicos, defendemos el Estado constitucional, y defendemos una sociedad laica, en la que cada persona tenga derecho a vivir según sus propias ideas y creencias sin que nadie imponga su doctrina a los demás. Es evidente que los obispos que han firmado ese comunicado y sus amigos del PP no creen en esa sociedad.
Por eso están tan lejos de la sociedad española de hoy y por eso la sociedad española se lo dirá el 9 de marzo.
Amigo José María, la mejor señal de que estamos vivos es mantener la capacidad de indignarnos con las injusticias, sigue así.
Ante el pronunciamiento de los obispos, lo primero que debemos decir es que cualquier organización tiene derecho a expresar sus preferencias políticas, por lo que si los obispos quieren apoyar al PP, están en su derecho de hacerlo. Al fin y al cabo, los obispos y los dirigentes del PP se han pasado toda la Legislatura manifestándose juntos en contra de todas y cada una de las leyes que hemos aprobado en el Parlamento y que han contribuido a la modernización del país trayendo mayores derechos civiles.
A estas alturas no nos es extraño ese tándem que han constituido para defender sus propios intereses, el PP secunda las posiciones del sector más duro de los obispos y el sector más duro de los obispos apoya al PP. Luego ya verán como se reparten el poder. Respecto a esto, es curioso oir decir a Rajoy -recientemente en un mitin en Jaén- que quiere hablar de precios, supongo que se referiría al que deberán pagar por los servicios prestados.
Pero lo que es verdaderamente inmoral, es que tanto los obispos, como el PP, utilicen el tema del terrorismo para hacer campaña electoral.
Atacar el diálogo con la banda terrorista, es atacar a todos los gobiernos. Si seguimos la premisa de no votar a los partidos que han dialogado con ETA, no podremos votar a nadie. Todos dialogaron, Adolfo Suárez, Felipe González, José María Aznar y el propio Rajoy, vicepresidente primero del último gobierno del PP. Todos ellos dialogaron con ETA e incluso alguno de ellos, como Aznar, con un obispo como intermediario. Es, por tanto, un argumento hipócrita y malintencionado.
La inmensa mayoría de los españoles, católicos y no católicos, defendemos el Estado constitucional, y defendemos una sociedad laica, en la que cada persona tenga derecho a vivir según sus propias ideas y creencias sin que nadie imponga su doctrina a los demás. Es evidente que los obispos que han firmado ese comunicado y sus amigos del PP no creen en esa sociedad.
Por eso están tan lejos de la sociedad española de hoy y por eso la sociedad española se lo dirá el 9 de marzo.
Amigo José María, la mejor señal de que estamos vivos es mantener la capacidad de indignarnos con las injusticias, sigue así.
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