Situar en estos momentos, el debate sobre la inmigración puede ser beneficioso, ya que este parece ser unos de los asuntos que los españoles valoramos como prioritarios y está bien que se sepa lo que pensamos las distintas opciones políticas. Pero hacerlo en los términos y propuestas que el Partido Popular ha hecho, es echar alcohol sobre la llama. Y ya sabemos lo que puede pasar si no retiras pronto la botella, la llama sube y termina quemándote.
Esto es lo que les va a ocurrir a los señores del PP con la propuesta de establecer un contrato de integración para los inmigrantes. Propuesta que definiría como "venta de humo con tintes xenófobos" y una prueba más del desplazamiento a la derecha de la derecha que venimos viendo en la legislatura y, especialmente, en estos últimos meses, por parte de Rajoy y su equipo.
Que nadie nos engañe, cuando Rajoy habla del cumplimiento de las costumbres habla, demagógicamente, de cumplir las leyes. Y claro ese mensaje cala en el ciudadano. Pero las leyes en España no se cumplen por contrato, simplemente se cumplen y si no actúan los tribunales, es asi de sencillo, seas inmigrante o no.
La política de inmigración del PSOE es clara: acogemos a los inmigrantes que podemos acoger, rechazamos a los inmigrantes ilegales, y a los que viven en España les aplicamos las mismas leyes y los mismos derechos que a los españoles, empezando por la Constitución, de la que derivan nuestras leyes, principios y valores.
Mucho se está hablando en materia de expulsión de inmigrantes, pero muy poco en claro. Anoche, durante la entrevista que Iñaki Gabilondo le hizo en Cuatro, Rajoy fue incapaz de aclarar que haría en caso de que gobernara con los inmigrantes irregulares que ya están en nuestro país. Totalmente perdido, hablaba una y otra vez de lo que no haría, demostrando no tener ni la más remota idea de lo que sí haría.
Los socialistas hemos sido más eficaces en la regularización pero también en la expulsión de todo aquel que no cumplía los requisitos. En esta legislatura el PSOE ha repatriado 370.000 inmigrantes. Esta eficacia se explica por los esfuerzos de este gobierno de Zapatero por establecer cauces de cooperación con los países de origen de los inmigrantes ilegales. Paso fundamental no solo para repatriar sino para frenar la salida.
Además, hemos puesto en nuestras fronteras los Guardias Civiles y Policías que el PP quitó, y alguno más, que junto a las buenas relaciones con Marruecos, hacen que en el caso de Ceuta y nuestras fronteras Sur, no tengamos esas presión migratoria de los años del Gobierno Popular.
El camino está claro, los pasos se están dando, ahora tenemos que continuar y redoblar esfuerzos, pero mucho cuidado con desviarnos y llegar a un lugar distinto donde nos encontremos con una España de repulsa al diferente.
Esto es lo que les va a ocurrir a los señores del PP con la propuesta de establecer un contrato de integración para los inmigrantes. Propuesta que definiría como "venta de humo con tintes xenófobos" y una prueba más del desplazamiento a la derecha de la derecha que venimos viendo en la legislatura y, especialmente, en estos últimos meses, por parte de Rajoy y su equipo.
Que nadie nos engañe, cuando Rajoy habla del cumplimiento de las costumbres habla, demagógicamente, de cumplir las leyes. Y claro ese mensaje cala en el ciudadano. Pero las leyes en España no se cumplen por contrato, simplemente se cumplen y si no actúan los tribunales, es asi de sencillo, seas inmigrante o no.
La política de inmigración del PSOE es clara: acogemos a los inmigrantes que podemos acoger, rechazamos a los inmigrantes ilegales, y a los que viven en España les aplicamos las mismas leyes y los mismos derechos que a los españoles, empezando por la Constitución, de la que derivan nuestras leyes, principios y valores.
Mucho se está hablando en materia de expulsión de inmigrantes, pero muy poco en claro. Anoche, durante la entrevista que Iñaki Gabilondo le hizo en Cuatro, Rajoy fue incapaz de aclarar que haría en caso de que gobernara con los inmigrantes irregulares que ya están en nuestro país. Totalmente perdido, hablaba una y otra vez de lo que no haría, demostrando no tener ni la más remota idea de lo que sí haría.
Los socialistas hemos sido más eficaces en la regularización pero también en la expulsión de todo aquel que no cumplía los requisitos. En esta legislatura el PSOE ha repatriado 370.000 inmigrantes. Esta eficacia se explica por los esfuerzos de este gobierno de Zapatero por establecer cauces de cooperación con los países de origen de los inmigrantes ilegales. Paso fundamental no solo para repatriar sino para frenar la salida.
Además, hemos puesto en nuestras fronteras los Guardias Civiles y Policías que el PP quitó, y alguno más, que junto a las buenas relaciones con Marruecos, hacen que en el caso de Ceuta y nuestras fronteras Sur, no tengamos esas presión migratoria de los años del Gobierno Popular.
El camino está claro, los pasos se están dando, ahora tenemos que continuar y redoblar esfuerzos, pero mucho cuidado con desviarnos y llegar a un lugar distinto donde nos encontremos con una España de repulsa al diferente.
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